Año 2024, la tecnología impregna cada aspecto de nuestras vidas, y la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad crítica. Desde la defensa de sistemas corporativos hasta la protección de datos personales, la ciberseguridad abarca una amplia gama de prácticas destinadas a salvaguardar la infraestructura tecnológica contra ataques maliciosos. En este artículo, exploraremos las últimas tendencias y desafíos en el campo de la ciberseguridad, así como las medidas que las organizaciones y los individuos pueden tomar para protegerse contra las crecientes ciberamenazas.

La importancia de la ciberseguridad.

La ciberseguridad es esencial en la protección de computadoras, servidores, dispositivos móviles, redes y datos contra ataques cibernéticos. Se extiende a través de varias categorías, que van desde la seguridad de red y de aplicaciones hasta la protección de la información y la capacitación del usuario final. La seguridad efectiva comienza con la implementación de medidas proactivas en todas las etapas del diseño, implementación y operación de sistemas y aplicaciones.

El alcance de las ciberamenazas.

Las ciberamenazas están en constante evolución, con un número creciente de ataques y filtraciones de datos cada año. En el año 2019, se registraron más de 7.900 millones de registros expuestos por filtraciones de datos en los primeros nueve meses, lo que representa un aumento significativo con respecto a años anteriores. Los sectores más afectados incluyen servicios médicos, minoristas y entidades públicas, con delincuentes maliciosos responsables de la mayoría de los incidentes.

El gasto global en soluciones de ciberseguridad está en aumento, alcanzando los $188.300 millones en 2023 y proyectándose a superar los $260.000 millones en 2026. Los gobiernos de todo el mundo están proporcionando orientación y marcos de ciberseguridad para ayudar a las organizaciones a defenderse contra estas amenazas en constante evolución.

Nuevas tendencias y desafíos en ciberseguridad.

Las ciberamenazas son diversas y van desde el crimen cibernético, que busca beneficios financieros, hasta el ciberterrorismo, que tiene como objetivo causar pánico y temor. Los métodos comunes utilizados por los cibercriminales incluyen el malware, la inyección de código SQL, el phishing, el ataque «Man-in-the-middle» y los ataques de denegación de servicio.

Las amenazas más recientes incluyen el malware Dridex, una campaña maliciosa que afecta a usuarios y organizaciones en todo el mundo; estafas románticas que explotan la confianza en las citas en línea; y el malware Emotet, un troyano sofisticado que roba datos y carga otros tipos de malware.

Protección del usuario final.

La protección del usuario final es fundamental en la ciberseguridad, ya que los usuarios suelen ser el eslabón más débil en la cadena de seguridad. Los protocolos de seguridad electrónica, como el cifrado de datos y el software antivirus, ayudan a proteger los dispositivos y datos contra las amenazas. La capacitación del usuario final también es crucial para enseñar a las personas a reconocer y evitar posibles ataques.

Consejos de ciberseguridad.

Para protegerse contra las ciberamenazas, se recomienda actualizar el software y el sistema operativo regularmente, utilizar software antivirus, utilizar contraseñas seguras, evitar abrir archivos adjuntos de remitentes desconocidos, no hacer clic en enlaces de correos electrónicos o sitios web desconocidos, y evitar el uso de redes Wi-Fi no seguras en lugares públicos.

Cumplimiento normativo (compliance): realidad obligatoria al éxito.

La ciberseguridad se ha convertido en una de las principales preocupaciones para los directivos de todo el mundo. Ya no se trata únicamente de un problema que afecta a las grandes corporaciones, sino que cualquier organización, independientemente de su tamaño, puede ser objeto de un ciberataque. La conciencia sobre la necesidad de combatir la ciberdelincuencia ha ido en aumento, ya que no solo están en juego los resultados del ejercicio económico, sino la misma supervivencia de la sociedad en su conjunto.

Durante el año 2023, hemos sido testigos de una serie de ataques cibernéticos que han causado un gran impacto en diversas organizaciones. La mayoría de estos ataques han sido atribuidos a grupos como Cl0p, Black Cat, Akira, Royal, Lockbit y Black Basta. Campañas como la de MOVEit han afectado a empresas de renombre, incluidas Shell, BBC y el Departamento de Energía de Estados Unidos, entre otros. A pesar de la magnitud de estos ataques, hay un dato alentador: solo el 29% de las organizaciones afectadas han optado por pagar las extorsiones de los hackers, lo que representa el porcentaje más bajo en años y sugiere un cierto optimismo entre los directivos.

Hasta hace poco, la responsabilidad de la ciberseguridad recaía principalmente en los departamentos de seguridad de la información. Sin embargo, cada vez más organizaciones están integrando el control y la monitorización de la ciberseguridad en los departamentos de cumplimiento normativo (compliance). Se ha reconocido que estas figuras son fundamentales para garantizar que se implementen y mantengan los controles y procedimientos necesarios para proteger los sistemas informáticos de la organización contra las amenazas de los hackers.

Es importante destacar que, si bien la inteligencia artificial (IA) ha captado la atención en los últimos tiempos como una herramienta para optimizar los procesos de trabajo y generar riqueza, la ciberseguridad sigue siendo una prioridad. Aunque la IA aún no ha tenido un impacto significativo en los departamentos de cumplimiento normativo, el papel del compliance officer en materia de ciberseguridad está creciendo gradualmente. En muchas organizaciones, los departamentos de seguridad de la información están empezando a informar sobre su trabajo e incidentes al compliance officer, lo que subraya la importancia de esta figura en la gestión integral de riesgos.

Los departamentos de seguridad de la información se enfrentan al desafío de comprender y conocer todos los riesgos de la organización en su conjunto. Solo mediante un enfoque integral y un trabajo colaborativo con los departamentos de cumplimiento normativo se pueden alcanzar los objetivos de seguridad cibernética. En última instancia, estos departamentos son la primera línea de defensa para proteger a la organización contra las crecientes amenazas cibernéticas.

La ciberseguridad es un desafío que afecta a todas las organizaciones en la era actual. Desde las pequeñas empresas hasta las multinacionales, la protección de los sistemas informáticos contra los ciberataques es esencial para garantizar la continuidad del negocio y proteger la información sensible. Con un enfoque proactivo y una colaboración estrecha entre los departamentos de seguridad de la información y de cumplimiento normativo, las organizaciones pueden fortalecer su postura de seguridad y mitigar los riesgos asociados con la ciberdelincuencia.