Autor: Susana B. García para CIBERPRISMA

El ciberespacio es una fuente interminable de riesgos y amenazas que obliga a todos, organizaciones y ciudadanos, a estar alertas. Pero no se trata sólo de mantener un estado de alerta permanente, sino de replantear muchas de las estrategias y mecanismos de respuesta frente a cada uno de los eventos que tienen lugar a un ritmo de aceleración continuo y en un entorno de extrema incertidumbre. En resumidas cuentas, se trata de un aprendizaje continuo.

Durante el proceso de transformación digital iniciado hace ya algunos años, las organizaciones en el mundo han aumentado su capacidad de recopilar, procesar, disponer e incluso monetizar datos personales a niveles impensados hace una década, gracias a la acelerada carrera de las tecnologías digitales y al megasistema de conectividad del que todos, individuos y organizaciones formamos parte.

En ese entorno, aplicar la noción tradicional de soberanía a los datos resulta todo un desafío. Por un lado, las organizaciones pueden ejercer la elección sobre cuál será el destino físico (o virtual) de los datos; es decir determinar la residencia de los datos. Y por otro, los Estados aspiran a implementar exigencias normativas que determinen que el destino de los datos se encuentre dentro de sus límites geográficos (físicos), en respuesta a las demandas de sus ciudadanos; en otras palabras, su preocupación radica en la localización de los datos. Y esta bifurcación de voluntades gira en torno a un mismo punto: los Data Centers (Centros de Procesamiento y Almacenamiento de Datos), el verdadero núcleo del dilema de la soberanía de datos.

Hace cinco años nadie sabía lo que era un data center…Ahora se ha convertido en un servicio nacional crítico.

George Rockett – Directivo de DataCenterDynamics – 2016

¿Cuál es la relevancia de los Centros de Datos?

El proceso de transformación digital que mencionamos exige a todas las organizaciones asegurar la disponibilidad, integridad y confiabilidad de la información que requieren para garantizar la continuidad de sus operaciones. Y si el data center es un recurso vital para una empresa, pensemos lo que esto puede significar para un gobierno. Los centros de datos son parte de lo que se conoce como «infraestructura crítica» en la era de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Podemos definir a un Centro de Datos como la infraestructura (física o virtual), que se destina al alojamiento de una gran cantidad de servidores que procesan y almacenan datos, efectúan respaldo y back-up, tareas de recuperación de datos y gestión de la información. Las organizaciones pueden optar por instalar uno propio o contratar el servicio de data centers a un tercero.

“Los Datos representan en el Siglo XXI lo mismo que el petróleo para el anterior: el motor de crecimiento y cambio»

The Economist, 2017


Los data centers se convirtieron en el elemento central, el núcleo, de las organizaciones. Normalmente el tamaño de la organización y la magnitud de su poder de cómputo son los elementos que determinan la cantidad y tamaño del data center. En este sitio o instalación se concentran los sistemas de computación y todos sus componentes asociados, como los sistemas de almacenamiento y las telecomunicaciones, algunos también ubican allí los sistemas redundantes, para responder ante incidentes como el corte de energía, afectación por factores medioambientales o de los sistemas de seguridad.
La gestión de un data center propio no es una tarea menor, por eso muchas organizaciones tercerizan esta capacidad. Esto explica en parte el crecimiento que ha tenido el mercado de servicios de data centers en el mundo. A nivel global existen más de 7 millones de centros de datos, según datos de Statista de 2021. Estas infraestructuras de datos han evolucionado a versiones físicas y virtuales, e incluso a nubes híbridas que combinan ambas versiones. Durante el proceso de transformación digital de los últimos años. lo que solía ser una construcción que a menudo presentaba falta de eficiencia en la relación potencia/refrigeración, de flexibilidad en temas de cableado y de movilidad dentro de un mismo centro de datos o entre varios centros de datos pasó a ser una instalación donde priman criterios de velocidad, performance y eficiencia.

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Mapa de Despliegue Global de Data Centers 2021 – Data Center Map

En América Latina existen más de 100 Data Centers según datos de Datacentermap a noviembre 2020 y existen previsiones para que en 2021 comiencen a ofrecer servicios de almacenamiento en la nube.

El principal Data Center de Argentina, el Centro Nacional de Datos, se encuentra en la Estación Terrena de Benavídez de ARSAT y está compuesto por cuatro salas donde se alojan los sistemas informáticos. Está certificado como Categoría Tier III, calificación internacional que exige la tasa más alta (99,982%) de disponibilidad de servicios para la custodia y el procesamiento de información.

La tendencia: Los Centros de Datos Hiperescalables

A pesar de los datos presentados, desde el 2015 se viene produciendo una tendencia en baja de la cantidad de centros de datos. ¿A qué se debe esto? A que justamente a partir del 2015 tiene lugar otra tendencia: el crecimiento gradual de los «centros de datos hiperescalables«. A mediados de 2020, en plena pandemia COVID-19, ya sumaban 541, superando las previsiones. Para tener una referencia de su crecimiento, a fines de 2017 sólo había operativos 400 data centers de hiper-escala, según datos de Sinergy Research Group.

No existe una definición precisa del significado de hiper-escalabilidad que se le asigna a los centros de datos e incluso sus operadores se niegan a brindar más información, restringiéndola sólo a sus clientes. No obstante existen algunas características que podrían diferenciarlos de los antiguos centros de datos.

Pero un dato quizás más interesante es que sólo existen 24 empresas que se dedican a la fabricación y mantenimiento de este tipo de data center, siendo estas organizaciones propietarias de casi una veintena de ellos cada una.

¿Por qué son importantes estas empresas? Porque también son líderes en la provisión de servicios en la nube; entre ellas, Amazon/AWS, Microsoft, IBM y Google. Cada uno de estas cuatro empresas posee alrededor de 50 o más data centers, con por lo menos tres de ellos desplegados en cuatro regiones: América del Norte, Asia Pacífico, Europa-Oriente Medio-África y América Latina (Brasil principalmente). Las empresas Oracle y Alibaba también tienen una presencia global significativa. El resto de los proveedores colocan sus data centers mayoritariamente en EEUU (Apple, Twitter, eBay, Facebook, Linkedin, Yahoo) o en China (Tencent, Baidu).

De este modo, el mapa mundial de concentración de data centers de hiper-escala queda configurado de la siguiente manera: EEUU (38%), China (9%), Japón 6%) y entre el 5 y 2% se concentran en Reino Unido, Alemania, Australia, Canadá, India y Singapur, con un mínimo de data centers de hiper-escala menor al 1% en el resto del mundo. ¿Vamos entendiendo la naturaleza del problema?

El término que se les asigna es relativamente nuevo. Podríamos decir que nos referimos a centros de datos con las características que se requieren en los ambientes de computación distribuida, por su capacidad de aumentar o «escalar» sistemas muy rápidamente, desde unos pocos servidores a más de un millar. Este tipo de infraestructura se implementa generalmente en aquellas organizaciones con foco en «big data» y computación en la nube.

Las empresas que administran y ofrecen servicios de este tipo de centros de datos mantienen un equilibrio entre los criterios de estandarización y flexibilidad. Compran infraestructura menos onerosa, asignan ciclos de modernización más veloces y facilitan la implementación o automatización de software para gestionar la performance del centro. El software desempeña un rol significativo, por lo que se explica de este modo el liderazgo de las empresas mencionadas en este sector.

Como puede apreciarse en la imagen anterior, no estamos sólo frente a un fenómeno norteamericano. En China la triada BAT (Baidu-Alibaba-Tencent) impulsan un interesante movimiento de innovación a través de toda Asia. En particular Baidu, la herramienta de búsqueda en Internet en idioma chino, controla gran parte del mercado de herramientas de búsqueda. Alibaba, una herramienta de e-commerce, actúa como intermediario en las operaciones de compra y venta online a través de su compleja red de sitios web. Tencent por su parte es una de los mayores proveedores de Internet del mundo. Estas tres empresas impulsan la innovación en la computación de hiper-escala.

Desde el punto de vista tecnológico, este crecimiento viene impulsado por el aumento de requerimientos en cuanto a performance de las aplicaciones, la creciente necesidad de reducir los gastos operacionales así como las cada vez más elevadas inversiones en tecnología. una importante variedad de organizaciones están recurriendo a contratar servicios de este tipo de centros de datos, desde empresas y proveedores de servicios a administraciones gubernamentales.

Según Cisco, antes de la pandemia Covid-19, los Centros de Datos de Hiper-Escala concentrarían el 47% de los servidores de datos, el 68% de la potencia de procesamiento de los Centros de Datos, el 57% de todos los datos alojados en centros de datos y el 53% de todo el tráfico entre Centros de Datos. No resulta difícil imaginar cuál es la situación en 2021 luego de más de un año de intensa hiperconectividad.